INTÉRPRETE EN LENGUA DE SIGNOS


Una de las principales reivindicaciones del colectivo de personas sordas es el derecho a la accesibilidad en la comunicación, ya que es la base en la que se fundamentan todos los obstáculos que impiden a las personas sordas alcanzar el grado de bienestar.

La información que reciben las personas sordas es mínima, ya que la mayoría de los canales de transmisión están pensados POR y PARA oyentes. Cuando la sociedad no ofrece esos medios alternativos, para el completo acceso a la información, es cuando realmente surgen las BARRERAS DE COMUNICACIÓN a las que hay que hacer frente.


En este sentido, el papel de los ILSES es realmente importante, pues son ellos los que hacen de puente de comunicación entre ambas comunidades: la comunidad sorda y la comunidad oyente.
 El ILSE es un profesional, cuya formación se recoge en el R.D.: 2060/1995, del 22 de diciembre, donde se establece el Título de Técnico Superior en Interpretación de la LSE y se define como aquel profesional que es competente en la LSE y la(s) lengua(s) orales de su entorno, capaz de interpretar mensajes emitidos en una de esas lenguas a su equivalente en la otra de forma eficaz.

Para garantizar el derecho al acceso a la información por parte de aquellos que participan en el proceso comunicativo, debemos recurrir a estos profesionales formados a tal fin.

La profesión se regula a través del Código Ético cuyos principios fundamentales son la Confidencialidad, Neutralidad y Fidelidad.

A través de la labor de los ILSE, las personas sordas pueden integrarse en la sociedad con independencia y autonomía, siendo base fundamental para su integración social, académica, laboral y cultural. De ahí que se haya hecho hincapié en la formación y reconocimiento profesional.

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